HEMISFERIOS
CEREBRALES Y EL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
El
cerebro humano consta de dos hemisferios, unidos por el cuerpo calloso, que se
hallan relacionados con áreas muy diversas de actividad y funcionan de modo muy
diferente, aunque complementario. Podría decirse que cada hemisferio, en cierto
sentido, percibe su propia realidad; o quizás deberíamos decir que percibe la
realidad a su manera. Ambos utilizan modos de cognición de alto nivel.
Nuestros
cerebros son dobles, y cada mitad tiene su propia forma de conocimiento, su
propia manera de percibir la realidad externa, incluso podríamos aventurarnos a
decir que poseen su propia personalidad, siendo ambas mitades complementarias
una de la otra.
Podríamos decir, en cierto modo, que cada uno
de nosotros tiene dos mentes conectadas e integradas por el cable de fibras
nerviosas que une ambos hemisferios. Ningún hemisferio es más importante que el
otro. Para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios,
especialmente si es una tarea complicada. Lo que se busca siempre es el
equilibrio. El equilibrio se da como resultado de conciliar polaridades, y no
mediante tratar de eliminar una de ellas.
Cada
hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información que
recibe.
«El
hemisferio izquierdo analiza en el tiempo, mientras que el derecho sintetiza en
el espacio.»
Jerre
Levy en «Psychobiological Implications of Bilateral Asymmetry»
Hemisferio
Izquierdo
El
hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a
paso, de forma lógica y lineal. El hemisferio izquierdo analiza, abstrae,
cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, Piensa en
palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y
para leer y escribir.
La
percepción y la generación verbales dependen del conocimiento del orden o
secuencia en el que se producen los sonidos. Conoce el tiempo y su transcurso.
Se guía por la lógica lineal y binaria (si-no, arriba-abajo, antes-después,
más-menos, 1, 2, 3,4 etc.).
Este
hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente, obteniendo nueva
información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente
aceptables.
Aprende
de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas.
Analiza
la información paso a paso.
Quiere
entender los componentes uno por uno.
Hemisferio
Derecho
Hemisferio
derecho, por otra parte, parece especializado en la percepción global,
sintetizando la información que le llega. Con él vemos las cosas en el espacio,
y cómo se combinan las partes para formar el todo. Gracias al hemisferio
derecho, entendemos las metáforas, soñamos, creamos nuevas combinaciones de
ideas.
Es el
experto en el proceso simultáneo o de proceso en paralelo; es decir, no pasa de
una característica a otra, sino que busca pautas y géstales. Procesa la
información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas
partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de
lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad
imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva.
Este
hemisferio se interesa por las relaciones. Este método de procesar tiene plena
eficiencia para la mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer
melodías musicales, puesto que estas tareas requieren que la mente construya
una sensación del todo al percibir una pauta en estímulos visuales y auditivos.
Con el
modo de procesar la información usado por el hemisferio derecho, se producen
llamaradas de intuición, momentos en los que «todo parece encajar» sin tener
que explicar las cosas en un orden lógico. Cuando esto ocurre, uno suele
exclamar espontáneamente « ¡Ya lo tengo!» o « ¡Ah, sí, ahora lo veo claro!» El
ejemplo clásico de este tipo de exclamación es el exultante «Eureka» (¡lo
encontré!) atribuido a Arquímedes. Según la historia, Arquímedes experimentó
una súbita iluminación mientras se bañaba, que le permitió formular su principio
de usar el peso del agua desplazada para deducir el peso de un objeto sólido
sumergido.
Este
hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y
cantidad de ideas nuevas, más allá de los patrones convencionales.
Aprende
del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de la imagen
global.
No
analiza la información, la sintetiza.
Es
relacional, no le preocupan las partes en sí, sino saber cómo encajan y se relacionan
unas partes con otras.
Referencias:
http://www.personarte.com/hemisferios.htm
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